lunes, 30 de junio de 2008

¡Marcha!


Ya le he pillado el tranquillo a la Expo... ¡y ahora se puede decir que empieza la visita! Lo primero de todo, he empezado a pasar de mi hijo Fluvi por pesado. Primero se empeñó en que metenía que ir del piso de Huesca -donde vivo con Anjelia y Fredo, el hombre sin cabeza-, luego que tenía que descansar más y más tarde que si no bebía demasiadas cervezas. Al final, le dije que se perdiera y me fui al pabellón de Lituania a tomarme una sidra de Pera.

No es que sea mal chico este Fluvi, más bien lo que le pasa es que se toma muy a pecho lo de ser mascota y amigo de los niños. Yo le dije que era amigo de los niños y de todo el mundo, pero él quiere que demos ejemplo y su madre con una botella de cerveza no es buen ejemplo. ¡Que se quede él a palo seco si quiere, yo no voy a morirme de sed! Aproveché que una niña pequeña se quería hacer una foto con Fluvi para irme corriendo.

Había quedado en el pabellón de Lituania con Fredo, el hombre sin cabeza, que me invitó a una sidra de pera. Y a otra y otra y otra... ¡acabé en el pabellón puente cantando una saeta!

"ayyyyyyy
ayyyyyyyy
ayyyyyyy
Mi marido es muy pesado
y mi Fluvi es un cansado...

ayyyyyy

He bebido mucha sidra
y no es la pera... es la manera"

Fluvi se escandalizó mucho con todo el espectáculo, pero yo le doy las gracias al hombre sin cabeza por enseñarme que otra Expo es posible. ¡Podemos!

domingo, 29 de junio de 2008

Güi ar de champioooonss...


Lolo lo lololololo, que viva España, lolo lo lolololo… ¡Viva España!, ¡Viva Casillas y Torres y Aragonés, que aunque sólo tenga el nombre de esta tierra, es muuuuu grande! Oe oe, oe oe…. Campeooooones, campeones, oe oe oee…

Pero qué bien me lo pasé viendo la final de la Eurocopa en la Expo. En el Anfiteatro 43 la montamos pero bien y claro, estoy afónico perdido. Me empujaron, me pisaron y de la emoción hasta se me escapó un poco de zumo, pero todo mereció la pena por ver a Casillas levantar la copa al final. ¡Que grande!
Cuando llegue a Zaragoza, hace ahora dos semanas, pronostiqué que éste era el año y esta la ciudad. Aquí se acabaría el mal fario que me ha acompañado desde el dichoso mundial del 82, y así ha sido.

Ya en la primera parte marcó el gol el niño Torres, a los pobres trabajadores del pabellón germano se les atragantó la salchicha, por eso al acabar el partido decidí ir a consolar a algunas alemaaaanaaass (como las que perseguía López Vázquez) y acabamos todos de juerga. Porque ayer la Expo del Agua, se convirtió en la de la cerveza, que corría a raudales por todo el recinto.
Hoy no tengo más anécdotas que contar. Mi gafe se ha acabado y eso sobra para celebrarlo, por lo menos, durante dos semanas. Somos los mejores…. ¡Ahora a por el mundial!

viernes, 27 de junio de 2008

La vida es un Circo


Uyyy, ¡no sabéis el calor estoy pasando en esta Expo! A 37 grados y con un sol radiante, yo que soy tan blanquita, he acabado como un cangrejo. Y eso que me pongo protección, pero solo del 10, que quiero ponerme morena. Lo que está genial para las horas horribles de calor son las fuentes que lanzan vapor de agua, como las que están debajo del pabellón de Aragón. También he probado las 'piscinas' que se han montado detrás de los pabellones internacionales. Allí todo el mundo, niños y mayores, meten sus doloridos pies a remojo. Una delicia...


Y como la megafonía de la organización recomienda estar a la sombra y beber líquidos, ¿qué mejor que unas cervecitas en el pabellón de Bélgica? Allí tienen siete tipos de cervezas de barril belga de pura cepa. Ya me hacen hasta precio especial por ser clienta habitual. También he probado las del Faro, pero estas son de coco y frutas exóticas, ¡exquisitas!


En mis paseos por la Expo, que ya son varios, he conocido a mucha gente. Hoy, me he encontrado a un apuesto bailarín del Circo del Sol cuando iba hacia la Torre del Agua y me ha invitado a ver cómo preparaban el espectáculo. Voy a intentar que me cojan de suplente, ¡que yo la vida del Circo no me la pierdo! Y para circo, el que se montó ayer con la visita de Alberto de Mónaco, de la que ya habló mi compañero Cobi.


¡Hasta la próxima!

Expo con glamour


Esta Expo está cogiendo carrerilla. No sabéis cómo disfruto viendo pasear a Máxima (todo glamour) con su sombrerito y sus perlazas al cuello. ¡Vaya pedruscos! Y a Urdangarín, alto, guapo y rodeado de esos gorilones que demuestran que es un vip, vip. Disfruto como un loco viendo las americanas de colores veraniegos (rosa…) del mismísimo Josemi reconvertido en una estrella para las que hacen cola para el pabellón de Aragón, ¡todas quieren una foto con él!, eso sí cuando regresa a Zaragoza no es muy apreciado por los bares cercanos a su hotel. Esos humos elitistas están pasados de moda, querido.

Es una pena que no me recuerdan a mí, con lo super super que fui en el 82 y lo bien que llevo esta edad de oro.

Luego Alberto de Mónaco ¡pufff! Pena, penita, pena que no viniera con la cohorte de sus hermanas.

Está bien esta Expo. Me divierte, aunque este viento caliente y ese bochornazo fastidien mi traje de seda fría. Es como sumergirte en un mundo irreal de vacaciones en la misma ciudad. Y eso que aún no he conseguido comer en el Pabellón de España, que me he tenido que conformar con tomar margaritas en el de México que he convertido en mi oficina particular. ¿Y la carne de Uruguay? Imposible digerir tanto manjar.

Paso por Lituania y se quedan colgados con mi camisa bicolor, último grito de la jet, es algo así como el cuello de un tono, los puños de otro y el resto a su aire. Es lo mas cool en la parte alta barcelonesa. Se empeñan en invitarme a una cerveza (de lo mejorcito del recinto) y acabo es esa cascada de agua danzando con sus promotores. Un buen día, si señor, sino hubiera sido por ese grupo de adolescentes franceses que se meten a mojarse y a hacer el gamba. Gabachos… Claro, les ven y les imitan los lugareños, con cachirulo incluido ¿De dónde eran ¿ya no lo recuerdo? Si que ví a unas amas de casa de Olite (Navarra); buena gente, si señor, y a un matrimonio sevillano con un estilazo de muerte, Ella con sombrero de paja.

Me dicen que está perenne la alcaldesa consorte, pero yo no la he visto…

miércoles, 25 de junio de 2008

La sed


Hoy estuve en la Expo otra vez y pasé con Fluvi casi toda la mañana. ¡Está muy enmadrado, todo el rato "mira mama, mira mama" y yo miraba y decía "ooooh" y él se quedaba encantado. Me llevó al pabellón puente, muy bonito, sobre todo la exposición de dentro llena de cosas interesantísimas y verdades como puños.


Luego nos hicimos muchas fotos en la plaza esa, frente al Alma del Ebro y muchos niños me confundía con Fluvi y venga fotos, venga fotos y yo ya bizca de tantas cámaras y le dije a Fluvi que tenía que descasar, que yo ya estoy muy mayor y que tenía mucho calor y que la tercera edad tenemos que beber muchos fluídos. Buscamos una fuente y nada. Un señor mayor dijo que era una vergüenza, que casi no había fuentes. Un ecologista dijo que era una vergüenza, que cómo la Expo sostenible puede vender tanta agua embotellada. Y Fluvi se escapó como pudo.


Llegamos al chiringuito y pedimos una botella de agua y el que atendía dijo que no había, luego dijo que sí, luego me sacó una fanta, le dije que quería agua. El señor mayor enfadado, el que decía que era una vergüenza, me enseñó la lengua y la tenía tan seca que pasó una capitana rodando por ella. Cuando el camarero del chiringuito me sacó una botella de anís yo dije que ya valía.


Al final, Fluvi me sacó una botella de agua fresca "de estrangis" del pabellón de Alemania y cuando la descubrió la gente nos perseguía y la lengua del señor mayor se acercaba peligrosamente y Fluvi dijo "tira la botella" y la lanzamos y logramos escapar de la jauría: ¡un drama!

martes, 24 de junio de 2008

Una aventura Real


Me cago en mi sombra y la del naranjo que me parió. No se pueden ni imaginar las peripecias que he vivido en los últimos días.

Resulta que el sábado pasado había tanta expectación con el dichoso estreno del espectáculo “Iceberg” que decidí ir prontito y coger buen sitio en primera fila. El problema llegó cuando empezó a venir la gente, que es muy loba, y comenzó a dar empujones para sentarse. Y claro, como soy pequeñito, del culetazo de una señora gorda con un sombrero, como la de la canción, me fui a rodar con la mala suerte de que terminé en las caudalosas aguas del Ebro. ¡Yo, que no se nadar!

Ay que mal rato pase… cogí unas velocidades… Menos mal que una cáscara de plátano que tomaba el sol en la rivera se tiró para ayudarme y por lo menos pude flotar… HASTA TORTOSA!!!

El plátano, mi salvador, terminó de caerme tan bien cuando me dijo que se quedaba en la playa para ver si cogía algunas pintitas negras más al sol, que estaba muy amarillo. Será caracabra, pensé, ojalá te salga una peca del tamaño de China.

Como no quería volver al agua, ni borracho, decidí hacer autostop en dirección a Zaragoza, pero ya saben que nadie se fía de una naranja solitaria en la carretera. Así que esperé en un semáforo y en el primer coche matrícula “Z” que pasó, di un salto mortal y me encajé en su tubo de escape.

Después de kilómetros y kilómetros por fin el coche se detuvo. Pero la Z no era de Zaragoza, sino de la Zarzuela. Cuando por fin logré desencajarme del tubo de escape, negro como un senegalés y con más humo en los pulmones que Sara Montiel, me encontré frente a frente con la infanta Leonor. Menos mal que le caí en gracia y después de jugar conmigo un rato me dejó tirado debajo del asiento del coche oficial.

Ayer los Reyes viajaron a Zaragoza con motivo del Día de España en la Expo y por fin pude regresar. Después de todo estoy sano y salvo pero me perdí el partido de España contra Italia… ¡En el que por fin pasaron de cuartos!

lunes, 23 de junio de 2008

¡Detenida!


¡Estoy en la comisaría! No sé por dónde empezar. Bueno sí: no soy una ladrona, nunca he robado nada en mi vida ni siquiera una toalla de hotel. Pero estoy en la comisaría de Ranillas detenida y mi hijo Fluvi aún no lo sabe, cuando se entere, se enfadará tanto que me prohibirá que vuelva a la Expo. Ay...

Todo ha sido por culpa de Anjelia, la chica "pilingui" que vive conmigo en el piso de Huesca. Me dijo "vamoz a Expo yo librre hoy" y yo encantada, porque quería ir a Ranillas y no sabía como ir desde Huesca, que soy muy despistada y conozco poco España y hasta hace dos días pensaba que Candanchú estaba en China y era donde había nacido Fumanchú. Me puse zapatos cómodos y Anjelia una minifalda tan corta que le veía el culo y pensé que no llevaba bragas y ella se rió y dijo que llevaba tanga. Es muy moderna.

Nos costó dos horas y media llegar a Ranillas, ¡vivo muy lejos! Pero la Expo me pareció tan bonita que se me olvidó el cansancio en cuanto llegué. ¡Cuántas cosas, qué lujo! Que si torres, que si un pabellón de Mongolia, que si un puente... Yo estaba muy sorprendida porque me esperaba algo peor, pero me gustó mucho. Eso sí, Fluvi no estaba por ninguna parte y un niño dijo lo mismo "¿dónde está Fluvi?" y una vez me pareció verlo pero resulta que era un muñeco de la Expo de China. ¡Muy mal!

Entonces, Anjelia dijo "vamos a ver pabellionnessss" y nos fuimos al de Nepal y al de India que eran como una tienda gigante llena de sandalias y paraguas y yo miré las telas y estaban muy bien cosidas la verdad y pensé "pues le compro estas sandalias a mi marido y ya verás qué risa cuando se las ponga y vea que tienen cascabeles". Y a todo esto vino de pronto un guardia y me dijo "salga ahora mismo de aquí y acompáñenos". Yo pensé que lo enviaba Fluvi y me marché de lo más alegre y afuera me dijo que abriera el bolso y cuando miramos dentro, lo tenía lleno de chucherías y de pañuelos y hasta de una campana de bronce. ¡Pero yo no había metido nada allí! Busqué con la mirada a Anjelia, que me hacía gestos de que me callara. ¡Los había metido ella!
"Señora, ¿a su edad y robando?", me preguntó el guardia. Y yo no sabía qué decir, porque me daba mucha vergüenza y encima Anjelia se había marchado al pabellón de Kazajistán y me dejó allí sola.

domingo, 22 de junio de 2008

¡Podemos!


¡¡Podemos!! Ese es el grito que llevo escuchando todo el fin de semana. Este domingo me decidí a salir de la Expo y dar una vuelta por el centro de Zaragoza y solo encontré gente vestida de rojo y con banderas amarillas y rojas. ¿Hacia dónde iba toda esta gente tan contenta? Me puse a investigar.


Horas más tarde lo descubrí. Por la noche entré en un bar porque había un montón de españoles guapísimos. De esos que no se ven en la Expo. Y allí me di cuenta de que se habían escondido todos para ver el partido de España en la Eurocopa. Como estaba sola, y un poco perdida, un grupo de chicos me invitó a sentarme con ellos. Ni corta ni perezosa accedí y comenzó el derby europeo.


Pasamos mucha tensión durante la primera parte. En la segunda estábamos convencidos de que Italia iba a meter un gol de esos traicioneros, pero cuando llegó la prórroga volvimos a animarnos, ¡podemos! El mayor momento de tensión fueron los penaltis. ¡Qué horror! Y que guapo Casillas. No sabía que en España había hombres así. Lo malo es que por lo que he visto, ¡casi todos son futbolistas!


Cuando Cesc (“Sex”), como le llaman en Inglaterra, marcó el cuarto penalti, el bar entero se levantó y se abrazó. Y yo me uní a la alegría. Creo que es la primera vez que disfruté tanto de un deporte. En China no son tan divertidos, y la gente no es tan animada. No sé si fue el calor, o las cervezas que me tomé, pero fui la primera en meterme en la fuente de la Plaza de España cuando fuimos a celebrarlo. Fue una gran noche. Así que esperaré impaciente al próximo jueves para volver a ver a tantos guapos juntos. Hasta entonces, volveré a la Expo. No me queda otra…

¡Ole, Ole y Ole! "Como la lluvia en Zevilla, Saragosa eh una maravilla!"


Tras mi "viajesito" en telecabina he conseguido encontrar a Fluvi que se ha ofrecido como guía turístico por la Expo. ¡aayy!, Aún me acuerdo de cuando era una minúscula gotita "mu'pequeñita, mu'pequeñita" y llegó a Zevilla con su madre en 1992...¡Cómo les gustó La Cartuja! y cómo soñaba con ser una mascota de mayor. ¡Qué tiempos!


En fín, hemos estado paseando por el recinto y de repente me he encontrado en un lugar muy extraño. Una especie de auditorio cubierto por un tejado con forma deolas de mar. Dentro de él he visto un espectáculo rarísimo donde unos señores lanzaban agua por las manos y bailaban en las paredes. Algo "la mar" de singular (je-je). Mussho más raro que las procesiones de Semana Santa para un turista congolés.


Tras el viaje por ese mundo yo me he dado cuenta de que necesitaba una tapita porque estaba agotado de tanto espectáculo- que soy un ave con musha clase, pero poco aguante, me decía mi madre. Así que nos hemos lanzao en busca del aperitivo. No se yo si, como en mi maravillosa Zevilla, habrá lugares para tomar un rebujito y relajarse... Pero sí, he aparcado mis plumas en un puestecillo donde tomar una cañita- eah! que ya echaba yo de menos el dulce sabor de la cerveza con 'gazeoza'- Y es que soy un ave con gustos muy exquisitos. Pero eso no era todo. De repente lo he visto... ¡Olé, ole y ole! un "cucurusho" de pescaíto frito. No me lo podía creer... ¡Como en mi Zevilla!


No sé porqué, pero he empezado a llorar... ese río, el calor de más de 30 grados, la cañita y el pescaíto me recordaban a mis mejores días. Mis días de gloria en mi "Zevilla que eh una maravilla".

HE DISHO: Currito de Jeré

jueves, 19 de junio de 2008

Ya estoy de vuelta….


¡Ostras, ostras! ¡Casi no me creo el calorazo que hace en esta ciudad! Ayer tuve que cambiarme de camisa un par de veces porque, a pesar de tener un tejido italiano de los que quitan el hipo, he descubierto con decepción que aunque pagues más el sudor es el sudor y que dejo en ridículo al mismísimo Camacho en Corea.


Bueno, a lo mío. Estoy encantado con esta ciudad. Porque Zaragoza es ahora otra ciudad. O más bien esta parte de la ciudad no es la ciudad-ciudad; esa de la arquitectura del ladrillazo, la de la zaragozana de mechas, llena de bisutos y taconazos, de las “cadeteras”, aquellas que ligaban hace años con los del la Academia General Militar y que me contaba mi madre. Porque, aunque no lo sepan, ella es de aquí y emigró allá, a Cataluña, claro.


Así que esto es otra cosa, como aquel anuncio del café-café. Y me gusta, va más con mi estilo super-super. Me gusta ver cómo va la gente en bici, aunque los ciclistas de aquí todavía no son como los de mi Barça, tan trajeados y tal y tal. Pero todo llegará, porque esto no es más que empezar. Sobre todo porque esta Expo está lejos y aquí aun se tiene la cultura del “centro.centro”· esee que me dicen que cierran todos los fines de semana ¿!!!!!?¿?!!!!?¿¿¿¿???? y que tampoco está el uso del coche pa tó y a todas partes, ¡menos mal! Me imagino, pues, que cuando esto desaparezca y se convierta en zona de trabajo vendrán mi peña vestida de azul y con ¡¡¡¡bicis!!! y ¡¡¡¡bicis!!!! y ¡¡¡bicis!!!! que queda muy tipo Bruselas, mi París, London y Copenhague. Eso debe pensar Josemi, que lo tenemos aquí de comentarista, aunque no se si le va esto del pantalón pirata, mochila y sandalia…; y es que solo él sabe ver un diamante en bruto. Vaya, y yo sudando.¡¡auggg!!


Sigo, pues. Que es un gusto saber que por aquí pasan todos, alo que se me encuentro con Mayumaná. Que si Julio Medem, que si Amancio Prada, que si Gala…¡puf! Demasiado elevado para mí. Aho, no os he hablado de cómo este calor está consumiendo mis calcitines de hilo de Escocia, ¡casi se me deshacen! Junto al escultura/guay de Plensa.


Así que me voy a al Pabellón de España, que tengo mesa reservada … y no digo con quién.

miércoles, 18 de junio de 2008

Una pata de conejo por favor


Eso, una pata de conejo, un trébol de cuatro hojas o una herradura, eso es lo que necesito para librarme de una vez de mi mal fario. Si es que todo me pasa a mí... Si me oyese Valdano, mi psicólogo, seguro que me decía que siempre veo el vaso de zumo medio lleno (para las frutas este dicho funciona al revés), pero lean y juzguen ustedes mismos.

Todo empezó ayer a mediodía cuando visitaba el pabellón de Valencia en busca de alguna cítrica churri. En la puerta me encontré con un "simpático" niño que le apeteció jugar al fútbol conmigo, pero no porque me reconociese, sino porque me vio redondito y decidió utilizarme a modo de balón.

Con el primer puntapié rodé escaleras abajo y choqué contra la chancla de un "giri" que me tiró medio helado por encima. Cuando intentaba recuperarme del pringue, el "simpático" apareció de nuevo y esta vez, de un segundo puntapié, reboté contra una papelera y acabé en los brazos de un bebé que me chuperreteó de lo lindo hasta que se cansó y me tiró en un rincón.

Parecía que estaba a salvo de la bestia cuando de repente vi su simpática cara antes de lanzarme de una patada varios metros por encima del recinto, sin necesidad de montar en la telecabina. Con mi mala fortuna, fui a aterrizar justo en medio de la Avenida 2008 antes del paso de la cabalgata del Circo del Sol.

Ochenta malabaristas, acróbatas y demás me pasaron por encima como una apisonadora. Desde entonces no siento las piernas, tengo dos gajos rotos y me han dado cinco puntos de sutura. ¿Se puede tener peor suerte?

Ah, sí.... A España le ha tocado Italia para el partido de cuartos...

Vivo en la otra punta


Pues no sé muy bien para qué me vine a Zaragoza si al final vivo tan lejos que casi veo desde la ventana de mi casa a mi marido leyendo el periódico. Vale, exagero un poco, pero es que vivo muy lejos. Primero, no pude quedarme en casa de mi hijo Fluvi porque él vive en un cuchitril horrendo en La Almozara por el que paga una barbaridad. "Es caro, pero estoy cerca de Ranillas". Yo ni siquiera me senté en el sofá porque tenía manchas pegajosas y daba un poco de asco. Pero lo importante es que Fluvi parecía muy contento, aunque tenía ojeras y parecía cansado. "Te he encontrado una habitación más cómoda que esta, mami, un poco lejos, pero muy luminosa". Y me llevó a Huesca.

No está mal el piso, lo comparto con una chica rumana llamada Anjelia y un hombre un poco raro que no tiene cabeza, pero que parece de lo más educado y tampoco vamos a mirarle mal por ello, ¿no creen? Si no tiene cabeza, no tiene por qué ser peor que nosotros. La que me dio mala espina fue Anjelia, porque nada más ver mi maleta dijo que le prestara algo y cogió una falda y dijo que era muy hortera, pero aún así se la puso y se fue luego con unos tacones altísimos y los labios todos rojos. El hombre sin cabeza, que se llama Fredo, dijo que Anjelia es "pilingui", pero yo ya estaba muy cansada y quería irme a la cama y no tuve tiempo de buscar "pilingui" en el diccionario. Mañana será otro día.

martes, 17 de junio de 2008

Huanita, de fiesta vengo, vengo


Un día me planté y dije "¡Hasta aquí hemos llegado Huanita!". Había conseguido un trabajo como mascota de los Juegos Olímpicos de Pekín, pero en realidad yo odio el deporte y no quería pasarme el verano trabajando, ¡Quiero vacaciones! Así que ni corta ni perezosa me despedí de mi trabajo y compré un billete para venir a España. Quiero un verano de diversión y la Expo me parece un buen sitio para comprobarlo. En China se dice que éste es un país en el que la noche nunca muere pero no sé muy bien qué quiere decir eso.

En mi primera visita a la Expo, unos chicos muy majos que me he encontrado me han dicho que esta noche se prepara ‘una buena’ en el Anfiteatro 43. Música electrónica y ‘house’ de la mano de los dj’s de “Love Zaragoza” que durará hasta las tantas de la madrugada. Y me han dicho que para que nadie se deshidrate habrá barras para pedir bebida durante las ‘sesiones’. El plan parece interesante.

Por si acaso también me han hablado de un concierto de “Celtas Cortos” en la Plaza de Aragón de la Expo a partir de la medianoche. No les he escuchado nunca pero he leído que son sonidos muy de la calle, letras que parecen poemas y músicos con mucha fuerza sobre el escenario.

Mis compatriotas del Pabellón de China dicen que lo han terminado con retraso por el problema de este fin de semana con la huelga de camiones, pero lo cierto es que iban muy retrasados antes de la huelga. Así que aunque solemos ser muy trabajadores siempre hay excepciones. ¡Como yo! Que no quiero trabajar ni a la de tres. Espero no toparme con ninguna suculenta oferta de trabajo en todo el verano para poder salir todas las noches y tostarme al sol en las playas del Ebro por las mañanas.

domingo, 15 de junio de 2008

¡Olé! Currito de Jeré

Sevilla, donde yo vivo, es una maravilla, y la Expo de 1992, fue una corrida con cuatro orejas, un éxito. El triunfo de mi carrera profesional como mascota. Fue entonces cuando decidí dedicarme a lo que de verdad me importaba “el toro” desde entonces mi afición me llama Currillo de Jeré, pensé en llamarme el “Niño de la pluma”, pero mis amigos me convencieron de que era una mala idea.

Hace más de tres años cuando tentaba unas reses Fluvi se dejó caer por Sevilla y me invitó a la Expo de Zaragoza. Yo, la mascota de Sevilla, ¡olé! recordé ese verano y me eché el capote a la espalda así que me he “plantao” en Zaragoza.

Este viernes llegué en el AVE hasta una estación enorme, ¡ozú!, era más grande que la plaza de España y me perdí. Menos mal que una niña de esas que llevan gorritas azules me indicó como salir. Una vez fuera, me volví a perder, pero esta vez por las obras… ¡Mi’arma!, eso parece un campo de minas…

Me senté junto a un gran montón de tierra y de repente lo ví… era mi salvación entre tanta desesperación. ¡Algo se movía en el aire! Y mi olfato de ave no me falló esta vez. Me acerqué y descubrí un “cacharro” verde que se movía en el aire y cruzaba un río más oscuro y caudaloso que el Guadalquivir. ¡Tenía que salir de allí!

El problema es que… ¡vale! Tengo pico, alas y pluma…. ¡Pero no vuelo! No me gusta el aire, no es mi elemento. Es como si un morlaco 500 kilos a la carrera tratase de embestirme y yo si aparejos…¡No podía ser, mi única salida era mi perdición!.

sábado, 14 de junio de 2008

Mister Cobi, in person


Fui lo más en el 92. ¿Ser acuerdan? Entonces todos éramos modernos de lo más; unos progres con Camper y Adolfo Domínguez. Lo in era montar en AVE para ir a Sevilla y su Expo (el único que había) y pasarte por Barcelona y sus JJOO del que yo era la mascota más guay del Paraguay. Pero claro, pasa el tiempo y sigo aquí, aunque ya fondón, canosillo y algo calvorota. Y es que 16 años es mucho tiempo y ya no me van los “pelota”, ni la arruga bella, ni las americanas deslabazadas, que todo eso ya está trasnochado por más que se empeñen en mantener cuatro tipos que se creen la quintaesencia de la intelectualidad. No señor, soy otro, soy un pijo total; un tipo con americana y corbata, vestido de sastrería y lleno de marcas, pero no de Hilfiger que lo lleva todo el mundo; que si Carolina Herrera, Hackett, Brooksfield…, y subido a mi bici desmontable, nada de coche ni de moto (con casco), que contaminan. ¡A ver si espabilamos todos! Tengo PDA, mini portátil con de todo, móvil auricular y una nevera con TV en mi cocina circular.
Así que me vengo a Zaragoza a instalarme durante la Expo, porque mi empresa de catering se encarga de casi todo, con mini platos fashion y dispuesto a comerme esta ciudad tan de moda y tan cambiada, oye, que ya ni la jota es eso que bailaban los coros y danzas. Vamos, que aquí estoy para demostrar que no pasa ná por ser talludito, que ligón soy un rato.
A partir de ahora me voy a pasear y ya contaré….

viernes, 13 de junio de 2008

El regreso de Naranjito, digo Maranjito

Me recordaban algo diferente, ¿verdad? Todo tiene su explicación. El fracaso de España en aquel dichoso mundial del 82 me ha perseguido desde entonces. Rodaba por las calles escuchando “la naranja fea esta tiene la culpa, es gafe”, “parece tonta sin parar de sonreír, seguro que trae mal fario y con ella cerca jamás pasaremos de cuartos”... Y claro, así caí en una profunda depresión. Con el exprimidor en la sien y a punto de hacer una locura decidí salir del país. Viajé a la Argentina y decidí someterme a una operación de cirugía estética en la clínica San Diego (San Diego Maradona, viste?). Pero mi mala fortuna seguía pululando por ahí. Pedí parecerme a Brad Pitt y esto es lo que salió.

En estos 26 años me pasó de todo y nada bueno. Mi parecido físico con el “Pelusa” me permitió durante un tiempo ganarme la vida en bodas, bautizos y comuniones, me case y me divorcié de una mandarina china, grabé un disco de boleros, participé en Gran Hermano Vip, versión fruta, y quedé quinto, porque ni ahí pasamos de cuartos.

Todo era un desastre en mi vida hasta que la semana pasada una gota del río de La Plata me trajo la invitación de Fluvi para la Expo de Zaragoza. Tenía problemas con el juego, sobre todo con el de un limón y medio limón, en el que siempre se me traba la lengua, y también con el alcohol, ya saben lo bien que le va al zumo de naranja el vodka. En resumen, la Expo me pareció una buena vía de escape y decidí regresar. Fluvi me animó, me dijo que había muchos países representados en la muestra y tal vez alguno necesitaba mascota. Me dijo que con las frutas hinchables sobre el pabellón de Aragón haría buenas migas y me aseguró que la alegría de los zaragozanos terminaría por “desactivar” mi mal de ojo. Además, me habló de Villa y del primer partido de España contra Rusia en la Eurocopa. Quien sabe, tal vez aquí termine mi mala suerte y desde Zaragoza brindemos con agua el pase a semifinales.

jueves, 12 de junio de 2008

Marifluvi ya llegó


Se supone que este blog tiene que ser divertido pero díganme ustedes... ¿es que una madre puede encontrar divertido que su hijo esté en un trabajo temporal que termine dentro de tres meses? Yo les diré la respuesta: NO! Estoy muy disgustada con mi hijo Fluvi por ser tan tarambana y no preocuparse de su futuro. Y que sepan que su padre, Paquito Fluvi, está igual de enfadado y me dijo "yo no tengo hijo" y yo contesté "mira, una cosa es enfadarse y otra decir sandeces" y él resopló y se puso a leer el periódico y yo le dije a Fluvi: "Estarás contento, mira el disgusto que nos has dado a tu padre y mí, tantos años trabajando para pagarte una carrera de mascota como Dios manda, que ya sabes que tu tío Felipe tiene mano en Caprabo y te ofrecía ser la imagen de su sección de congelados, que esas cosas dan dinero y tú ya tienes una edad". Pero Fluvi me miró con esos ojos chungos que tiene y no dijo nada y yo hice ruidos de esos que hace una madre cuando está molesta con su hijo, ruidos tipo "ummmm" y "hhhhhhuuummm" y "chic chic". Pero es que no nos hace caso.


Luego vino a verme cuando su padre ya estaba en la cama y me dijo que la Expo de Zaragoza está hecha a su medida, que trata sobre el agua, el desarrollo sostenible, la protección de acuíferos... y no sé cuántas cosas más. "¿Te acuerdas cuando se contaminó la charca y el tío Felipe tuvo que emigrar porque estaba medio asfixiado y lleno de aceite? Pues la Expo busca concienciar para que esas cosas no pasen". Y yo le contesté: "Tu tío Felipe bebe mucho y se fue de la charca porque no podía pagar ya la hipoteca" y Fluvi me dijo que éramos imposibles y que él se iba a vivir a Zaragoza y que si queríamos fuéramos a verle y viéramos lo maravilloso que es todo y bla, bla, bla... yo ya no le escuchaba porque estaba planchando y porque estaba enfadada, la verdad.


Al día siguiente, Fluvi hizo las maletas y se fue para Zaragoza y su padre no se despidió pero yo sí que lo hice, porque soy su madre, claro. Y me puse a llorar y le prometí que vendría a verle cuando empezara la Expo. "¿Vendrá papá también?", me preguntó Fluvi. Y yo no sabía que decir. Menos mal que no le prometí nada, porque la verdad es que su padre dijo que de eso nada, que no tenía nada mejor que hacer que ir a España a hacer el payaso. "¡Pues tú te lo pierdes!", le contesté. Así que lo he dejado en casa y me he venido a Zaragoza. Y aquí estoy.

 
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