jueves, 31 de julio de 2008

Currito de Jeré en la semana de Andalucía

¡Óle, óle y óle! No me digan que esta Expo no se parece a la de Sevilla. El otro día me fui volando hasta el Ebro y me encontré a un montón de lunares que se habían escapado de un vestido y estaban celebrando una fiesta en las orillas del río. Pero, ¿qué hacen un grupo de lunares en Zaragoza si lo que se lleva aquí son los calzones, los brocados y las castañuelas?

Pues resulta que esta semana es el día de mi tierra, La Semana de Andalucía. Así que yo, de “guiri gorrón” me he plantado en el pabellón mi querida comunidad y les he recordado lo importante que soy y que, “o me hacen caso o me ato a la puerta con un montón de bombillas que robé del “alumbrao” de la Feria de abril”.Atentamente una azafata de esas tan simpáticas me ha aconsejado que no montara lío y que me fuese por donde había venido ¡pero cómo puede hacerme esto a mí, que soy una celebridad!...

Casado de tan poca atención he decidido darme un descanso y no volver a pisar la Expo hasta que las ranillas del paseo se lancen al agua al grito de ¡¡¡Jerónimo!!! (Aunque pensándolo bien, con el calor que hace… todo puede pasar).

De repente me he encontrado con una masa de agua, sin piernas que lloraba desconsolado. Pobre, una gota que no puede caminar… Me he acercado y lo he visto. ¡¡Era Fluvi!!, al que le faltaba un pie, por aquello de la evaporación veraniega…¡¡pobrecito!! Así que nos hemos lanzado al Ebro para evitar que se derritiese como la bruja del “Mago de Oz”. Qué felicidad, un chapuzón en el Ebro…

Tras el refrescante baño… ¡! Pues, una caña!! Así que hemos acabado en una terracita junto al río. Como iba acompañado del famoso más famoso de la Expo nos han invitado a todo. (je je) y hemos terminado bailando sevillanas en el Pabellón de Andalucía con los lunares de los vestidos de flamenca que no han podido evitar pasarse por la fiesta.

miércoles, 30 de julio de 2008

Pingüinos suicidas



Ya saben que me estoy sacando unas perricas actuando todas las noches de pingüina en el espectáculo del Iceberg. Y es que la vida está ‘mu’ cara que se dice. Y ahora que tengo que bailar al ritmo de la música, ya no me permito los excesos de antes. Estoy dejando las ricas cervezas belgas y los margarita mexicanos para llevar una vida sana.

Pero algunos de mis compañeros pingüinos no se lo están tomando tan a pecho y luego pasa lo que pasa… Porque hay muchas consignas en este duro y sacrificado trabajillo veraniego: que si un traspié a estas alturas es muy peligroso, que hay que entrenar todos los días con el sing-star, que no se bebe antes de salir al escenario…

Y así, incumpliendo los consejos, han acabado algunos de mis colegas polares nadando en el Ebro arrastrados por la corriente. Unos han sido rescatados en las aguas del Azud, y otros, con menos suerte, han llegado hasta tierras catalanas. Eso sí, los que han acabado en el Delta han disfrutado de unos fantásticos arroces antes de emprender el camino de vuelta a la Expo.

Cuantas veces tengo que repetirles que los pingüinos no son aves voladoras, que tienen las alas atrofiadas, pero nada, erre que erre. Pero es que la seguridad laboral es lo primero, y unos arneses para atarnos al Iceberg no estarían nada mal y evitarían estos sustos. Que no quiero que mi madre vuelva a llamarme desde China asustadísima porque me había visto en Internet y decía que me jugaba la vida.

martes, 29 de julio de 2008

Mi hijo es cabezón, ¿y qué?

Les habla una madre indignada. Ya vale de meterse con el tamaño de la cabeza de mi hijo Fluvi. ¿Qué pasa? Bastantes dificultades laborales tiene el pobre como para que encima la gente diga que si tal o que si cual. El otro día me acerqué a verlo a la entrada de la Puerta del Ebro, y vi que me está haciendo caso: se pone a la sombra del pantallón informativo para que no se le termine de ir el color (las mascotas-gota, en vez de ponernos morenas, nos volvemos blancas, ya saben).

Sin embargo, cuando terminó la hora de las recepciones y se recogió en su camerino, este corazón de madre se me encogió. Mira que hay puertas grandes en todos los edificios de la Expo; pues al chamizo de mi Fluvi le tienen que poner una chiquitica, chiquitica. Lo pueden ver en las fotos que saqué con la cámara del móvil que me regaló el chico el día de la madre, que con esto del sueldo que le da Expoagua está de lo más generoso. No exagero: el pobre tiene que entrar de canto en la habitación que tiene para refrescarse y descansar.


Cualquier día se da con el canto y le sale un chichón. Por si fuera poco, los del pabellón de Kuwait han mandado a todo el mundo un correo electrónico contando los problemas que tuvo Fluvi en su visita. Mira que es majo, que lo llaman de un pabellón, y para el pabellón que se va. Pero ahora me vienen con que si el chico tiene la cabeza gorda, que no hay gafas de su tamaño... ¿Se habrá visto semejante crueldad? Aquí tienen el texto, verídico de verdad:

"La popular mascota de la Expo ha aceptado la invitación que ha recibido del Pabellón de Kuwait para visitar sus instalaciones, y en todo momento se ha mostrado muy cercano y totalmente disponible para cualquier fotografía y abrazo. Fluvi no ha perdido detalle de todo lo que acontece en el pabellón de esta nación del Golfo Pérsico, y se ha sorprendido al conocer que Kuwait es el único país del mundo sin reservas naturales de agua. La mascota ha estado muy interesada por la gestión del agua en este país del desierto, aunque se ha perdido la principal atracción del pabellón, ya que por el tamaño de su cabeza no ha podido ver el vídeo en 4D que se proyecta en el interior de una gota de agua gigante porque aún no se fabrican gafas a su medida".
Bastante disgusto tiene el pobre como para que lo vayan publicando por ahí. Hijo mío, tú con la cabeza bien alta. Ancha, vale, pero alta, también.

lunes, 28 de julio de 2008

Traicioneras manzanas


Cómo de algo tan inofensivo como las manzana puede salir algo tan delicioso, a la par que traicionero, como la sidra.


Ayer fue el día de Asturias en la Expo y por eso de hacerle los honores a la comunidad cantábrica, culín de sidra va, culín de sidra viene... terminé la noche cantando el "Asturias patria querida" ante las más de doscientas personas que se concentraron en el Palacio de Congresos para presenciar la adaptación de Carmina Burana de la coreógrafa y bailarina china Jin Xing hiciera... ¡Madre mía que ridículo!
El público me tiró fast pass, gorras de propaganda y hasta vasos de fluvi, todo lo que pudieron encontrar para hacerme bajar del escenario.


Y qué malas que son las resacas. Entre "Gelocatil" y "Gelocatil", te vienen a la memoria flashes de tus andanzas del día anterior y te quieres morir.


"No puede ser. ¿Le tiré un beso a Rubalcaba mientras acompañaba al presidente de Mauritania en su visita a la Expo?... ¿Le pregunté a Hevia si podía tocarle la gaita?... Ay, ay, ay, ayyyy". Creo que no voy a volver a Ranillas, o por lo menos, no antes de someterme a una nueva operación de cirugía estética.

domingo, 27 de julio de 2008

Entre el cielo y urgencias

El calor de la Expo de Zaragoza no es el de Sevilla. En eso "mi Sevilla" se llevaba la palma. También la aventajó en el tiempo de espera de las colas...


Yo, como me he dado cuenta de que aquí soy un "mindundi" como todos los demás, he decidido apuntarme al ritmo de los turistas que vienen a esta Expo... Espero en las colas, paso calor... pero lo que peor llevo es que los niños no me reconocen, piensan que soy ¡una paloma gay! !Donde vamos a parar¡ Yo, Currito de Jeré, mascota y matador de toros de La Maestranza de Sevilla... ¿una paloma gay?¡Creo que voy entrar en colapso! Ufff.


Tan mal rato me he "llevao" que he decidido recompensar a mi maltrecho cuerpo con ¡una de tapas! en el pabellón de Zargoza (Ozu!, las tapas de Zaragoza no envidian nada a las de la calle Betis).


Cuando salía de probar esas delicias he visto una escaleras mecánicas que llegaban....¡Al cielo! una terraza sobre el pabellón, unos amables señores me han dicho que es el Mirador de Zaragoza. Pues allí me he quedado hasta que una "palomita" muy amable me ha despertado para recordarme que habíamos quedado a cenar...¡En el pabellón de Uruguay! y tal y como está de solicitado no lo podíamos perder.



Así que allí nos lanzamos...¡a comer carne!... Que aunque parezca lo contrario, a mí me encanta. Así que allí me lancé, a por mi "churrasco adobado". Allí estaba él, tan bonito, tan apetitoso... Perdí a mi "palomita" pero a mí me daba igual. Comí, comí, comí y probé los servicios sanitarios de la Expo porque casi reviento y hacen conmigo "paté de canard".

viernes, 25 de julio de 2008

Esto es lo que hay

Ya llevo 41 días en la Expo gastándome mis ahorros en cafés griegos, cervezas belgas, burritos mexicanos, y sobre todo, en muchos regalos para mi familia de todos los pabellones que he pisado. Y esto no puede seguir así. Así que hoy me he decidido a dejar mi currículum en la puerta de los pabellones, oficinas de información, restaurantes y tiendas del recinto. Necesito ganar dinero urgentemente si quiero seguir con estas vacaciones expositivas a este ritmo.

Me han llamado para hacer tatuajes en Mauritania porque dije que había hecho un cursillo avanzado de pintura en acuarela. Pero la ‘henna’ me da alergia, así que no daba el perfil. Después me han ofrecido trabajo en un quiosco de la Avenida 2008, pero cuando he ido allí toda ilusionada, ha resultado que no llegaba a la barra. He sugerido que podía trabajar en un taburete, pero me han dicho que de eso nada. Y me he ido con la música a otra parte, y nunca mejor dicho.

Cuando ya lo daba todo por perdido, me han llamado del espectáculo del Iceberg. Resulta que necesitaban un pingüino para lo alto del Icerberg. Solo me han preguntado si me daban miedo las alturas, y por supuesto he respondido que no y me han dado el puesto. Querían un pingüino que se mueva en algunos momentos del espectáculo para innovar. Me he subido para probarlo y me ha recordado bastante al trabajo que tenía que hacer en las Olimpiadas, estar en las alturas paseando tipito. Así que yo encantada. Solo que aquí tendré que hacerlo enfundada en un traje muy poco favorecedor… Una pena, pero visto lo mal que está el mercado laboral, ¡es lo que hay amigos!

jueves, 24 de julio de 2008

Esto es bochornoso...


Esto es bochornoso. Al cansancio agotador que todos los turistas sufrimos en esta Exposición internacional de Zaragoza se ha sumado hoy ese calor agobiante que yo pensaba no encontrar aquí y que está muy presente en mi ciudad, Barcelona. Los oriundos de las regiones aragonesas le llaman "bochorno" y es agotador. Baja la tensión, aumenta la temperatura corporal. Yo, con mi corbata, no dejo de sudar, y claro, llegan los golpes de calor.


Para evitar el horrible clima del valle del Ebro he decidido descubrir el Pabellón de España. Sin embargo, ha sido imposible porque un grupo "VIP" estaba disfrutando del lugar y para ellos habían cerrado el pabellón. Yo, no me he unido a las quejas de los turistas que allí se encontraban, faltaría más (pero aquí en "petit comité", ganas no me han faltado. A punto he estado de quitarme los gemelos, remangarme la camisa y liarme a grito pelao con aquellos que no nos dejaban pasar).


Para colmo de males, he descubierto que existen unos pases exclusivos para gente como ésta que disfruta de excursiones organizadas sin colas para entrar a los pabellones con unas guías especializadas y con acceso a todos los lugares, para los demás mortales, siempre cerrados. Un horror.


He decidido lanzarme a la búsqueda de esos pases y por fín, he encontrado a una señorita muy amable que me ha dicho que no podía conseguirlos porque son para empresas y grupos reducidos. Me he arrodillado, he bailado sardanas, le he ofrecido sobornos... y nada. Hasta ha llamado a seguirdad y me ha denunciado por acoso. ¡Que bochorno! Hoy he terminado como el día. Aborchornado y tormentoso.

miércoles, 23 de julio de 2008

Verde, que te quiero verde

Hoy he vuelto a mi juventud. Hace tiempo que no charraba con un moñaco verde. Morizo es un japonés muy majo, que ha venido a actuar tres días a la Expo con un amiguico suyo y con mi Fluvi, que está hecho un artista. Como su propio nombre no indica, Morizo es de color verde y se le conoce como el abuelo del bosque (aunque no está tan mayor). Como trabajó de mascota en la Expo de Aichi, mi hijo se empeñó en presentármelo, y con el panorama que tengo yo aquí, después de que actuara ante Naruhito y los niños aragoneses nos fuimos a comer al 'asadero' de Uruguay.



Pasamos un buen ratico al principio y estuve muy a gusto, porque mi marido Fluvo me ha hecho olvidar con los años lo que es la caballerosidad y la atención a una señora. Me dejó pasar en la puerta, me ayudó a sentarme y me sirvió el vino, pero luego empezó a hablarme del bosque y de la madre naturaleza, y se puso tan zen que, entre el chuletón y el vino, me entró el sopor y tuve que arrimar la cabeza a la fachada-cascada del pabellón del Caribe para volver en mí.
Fluvo no ha sido el único hombre en mi vida. De hecho, no es la primera vez que tonteo con un bicho verde y peludo. Antes de conocer a este muermo de marido que tengo, me fui a Londres a fregar platos en un restaurante cerca de los estudios de la BBC y conocí a Muzzy (ya saben: "I'm Muzzy, biiig Muzzy..."). Era un hombretón y todo lo que quieran, pero se empeñaba en hablarme en ese inglés primario y lento que utiliza en la tele. Encima, tenía los ojos rojos de darle al vicio y no era, que digamos, muy aseado. Mal arreglo.

Pero bueno, que una es una señora casada y bien casada con Fluvo (tenemos nuestras cosas, pero quién no), y para casquivana, ahora que no me lee, ya está Anjelica, mi compañera de piso.

martes, 22 de julio de 2008

¡Un poco de hielo por favor!


Nada que hacer...
No tengo patas, hoy tengo dos morcillas de Burgos, de esas que no llevan arroz, solo cebolla. Además, apesto. Huelo a los chorizos de mi abuela y no sé como he conseguido llegar a casa.

Llevo un día entero haciendo cola, una extremidad más larga que la de "Patodinio", un avestruz sevillano que salía en las revistas del corazón mostrando sus flamantes plumas y escondiendo la cabeza.

El caso es que me hago mayor, si ya me lo decía mi mamá, no vayas a Zaragoza, que no sabes vivir solo y te vas a volver ¡volando!. Y eso que me dan miedo las alturas… No es que esté orgulloso, pero prefiero estar con mis patitas de pájaro en la tierra. ¡Qué triste! Y hoy, de tanto estar con mis patitas en la tierra, ¡casi tengo que volver en camilla a mi nidito zaragozano!.

Algunos convecinos sevillanos con los que me encontré en las colas del pabellón de Alemania, me recordaron las filas eternas de la Expo de Sevilla. Pero. ¡Cómo iba a hacer cola la mascota de la Exposición Universal más bonita de la historia! En aquella época yo era famoso, me paraban por la calle, me pedían autógrafos, los niños se hacían fotos conmigo… Vamos, como Fluvi, pero con mucho más glamour y elegancia.

BUAAAA!!!!!! Yo quiero estar en Sevilla. Ser mucho más joven, no tener estas lorcitas graciosas y sobre todo NO TENER QUE ESPERAR DE PIE EN LAS FILAS porque voy a lanzarme en picado sobre un montón de ortigas a ver si se compadecen de mí o me voy a comer un millón de galletas con chocolate para convencer a las azafatas de que espero una docena de pollitos-curritos y pariré en dos días. Porque: "A DIOS PONGO POR TESTIGO QUE NO VOLVERË A HACER COLA"

lunes, 21 de julio de 2008

"Mi gozo en un pozo"
















¿Recuerdan el cuento de la lechera? Esa que soñaba con un futuro ideal hasta que se le rompía el cántaro de leche… pues a mí ayer me pasó lo mismo.

Andaba yo pensando en mis cosas, rodando de un lado a otro por el recinto Expo y planteándome mi futuro después de la muestra, ya que Fluvi no me hace ni caso y me temo que cualquier día me larga de su casa.

En fin, pensaba a qué podría dedicar mi tiempo en el futuro, sin albergar muchas esperanzas. Tal vez promocionando naranjas de Valencia en Mercadona, animando cumpleaños y fiestas infantiles o acudiendo a algún programa del corazón a airear los trapos sucios de la selección española.

Sin embargo, de repente la oportunidad de mi vida apareció ante mis ojos. Ahí, en el pabellón de Aragón, el periodista deportivo José Ramón de la Morena me miraba fijamente.

“¿Qué hace De la Morena en Zaragoza?”, pensé, y empecé a elucubrar. “Se ha enterado de que por fin he vuelto, que terminó mi gafe y España pasó de cuartos y venció la Eurocopa. Me quiere para el Mundial… Seré el sustituto de Manolo Lama. Volveré a ser un ídolo deportivo y las mandarinas de medio mundo beberán los vientos por mí…”

Finalmente De la Morena se acercó con una amable sonrisa. “Hazte un poco el duro- pensé- demuéstrale que no eres una mascota acabada”. Se acercó más y más, alargó su mano y… mi cántaro de leche se rompió.

De la Morena: “Perdona majo, ¿nos puedes sacar una foto? Sácanos de cuerpo entero y a poder ser que salga la Torre del Agua al fondo ¿vale?”

domingo, 20 de julio de 2008

Encuentros con Naruhito


Mientras saboreaba un rico café helado del pabellón de Grecia para no deshidratarme en el recinto, me choqué con un señor muy pequeñito que iba rodeado unos hombretones. "¡Peldon, peldon!", me he excusado tras derramarle un poco del líquido caliente sobre la chaqueta impoluta. Después de que todos los hombretones me dieran empujones y criticaran mi despiste en un idioma desconocido para mi, la cabeza del pequeño hombre emergió de la masa de gorilas que le protegía y me tendió la mano.


-Me resulta familiar, ¿de dónde es usted, joven?

-De Pekín.

-Ah, claro, ¡usted es Huanita! Ya decía yo que me sonaba ese atuendo tan curioso que suele llevar.

-Sí, ¿me conoce?

-Claro, en Japón se habla mucho de usted por los Juegos Olímpicos

-¿Usted es japonés?

-Soy el príncipe Naruhito

-Válgame dios, ¡yo hablando con un príncipe!


Y después de decir esto no recuerdo nada más. Parece ser que por las altas temperaturas, o por la emoción de estar con un príncipe, me dio un golpe de calor y me desmayé. Al despertarme, estaba tumbada en una colchoneta con muchos bonsais alrededor y un inconfundible olor a arroz cocinándose. ¡Sushi!


Después del desafortunado incidente, los gorilas me habían trasladado al lugar donde descansaba la comitiva japonesa y pasé la jornada entera haciéndoles de guía de la Expo en agradecimiento a los cuidados que me habían proporcionado. Porque, ¿qué mejor guía que una que vive todo el día en el recinto?


Naruhito me dio su facebook, así que seguiremos en contacto por la red.

viernes, 18 de julio de 2008

¿Descorbatados? ¡Nunca!

¡La que ha liado Miguel Sebastián con el asunto de las corbatas! Yo estoy muy concienciado con lo de luchar contra el cambio climático, porque me parece muy moderno, y no sólo es que Al Gore me caiga muy bien, con su MacBook Pro y sus keynotes, sino que aquí en la Expo me han terminado de convencer. Eso sí; todo el cambio climático que tú quieras, pero en la cuestión corbatil estoy del lado de Pepe Bono: hay ciertas circunstancias que requieren etiqueta. Y del carácter de cada uno depende cuáles son. Cobi no puede ir descorbatado nunca. Nunca es NUNCA.


Estaba yo comiendo en el aséptico y superexclusivo restaurante de Francia, con sus lámparas circulares, sus paredes de cristal ahumado, sus sillas de metacrilato y su vajilla de líneas depuradas. Todo es blanco o negro, una apuesta segura y aséptica en el complicado mundo de la elegancia. Vamos, el último lugar donde esperarías encontrarte a la Bruni y el Sarko, tan amantes de lo exótico y lo excesivo. Total, que me cayeron sobre mi corbata roja de seda unas gotitas de vichyssoise, lo que la gente vulgar llama crema de puerros fría. Y yo tengo que ir impecable.

Es raro en mí no llevar corbata de respuesto, pero los imprevistos siempre le pillan a uno, oh, en culotte. Así que busqué entre el merchansing de la Expo qué podía encontrar para no parecer un descorbatado cualquiera, y vaya si encontré... Corbatas de puritita seda, en animados colores, por menos de cincuenta euritos de nada.

Además, tienen un detalle que las convierte totalmente en última tendencia: las zetas acuosas estarán totalmente demodés el 15 de septiembre, hasta que la inevitable tendencia expo-vintage haga acto de presencia en las pasarelas de alguna primavera-verano entre 2017 y 2023. ¡Ah! La moda es fugaz, amigos, pero está condenada a repetirse.

Por cierto; me la compré roja.

Fotos: Pedro Etura y Expo 2008

jueves, 17 de julio de 2008

Litros de "after sun" corren por mis venas

Che, no me toqués, no me toqués… que más que una naranja parezco un meteorito incandescente. Ayer estuve haciendo cola para visitar por fin el Acuario Fluvial y el pelotudo de Lorenzo me socarró a base de bien. Ni gorrita, ni protección del 15, nada evitó que me convirtiera en un palito de cangrejo andante y completamente intocable.

La verdad es que doy mucha penita. Llevo la marca de los calcetines hasta la rodilla y la del balón en el antebrazo, todo un espectáculo. Pero, por si eso fuera poco, como a causa del socarrón estoy hecho una piltrafilla frutal, un niño muy bien educado me encontró a la salida del Acuario y decidió tirarme a uno de los cien ceniceros que la organización ha colocado en el recinto.

Por un lado estoy contento porque con estos ceniceros y la instalación de 45 nuevos contenedores de residuos ya no hay excusa para tirar ni un solo papelillo al suelo, pero, por el amor de Dios, miren bien lo que tiran. Papeles sí, residuos sí, colillas sí, naranjas famosas… ¡NO! Que para más inri acabé chamuscado por varias colillas y con un tufo a humo de mucho cuidado.


Los nuevos contenedores refuerzan la zona de quioscos, así como los aparcamientos exteriores, mientras que ceniceros se distribuyen por los principales puntos de tránsito del recinto, a lo largo del Pabellón Puente, la pasarela de la Torre del Agua, Avenida 2008, el primer nivel de pabellones de participantes y los Balcones de los edificios Ebro.

Así que ya saben, sean responsables y utilícenlos correctamente. Ah… y cuídense del sol. El que avisa no es traidor.

miércoles, 16 de julio de 2008

¡Qué tragedia!



Hoy me he enterado de que la gente abraza tanto a mi pequeño Fluvi que le están desgastando la piel, ¡y se está quedando blanco! Imagínense a mi hijito, con su hermoso tono azul Ebro vestido de blanco. ¡Sería una auténtica tragedia! Su imagen caería por los suelos y nadie le volvería contratar nunca... ¿Quién quiere una gota de color blanco? Nadie.

Me he puesto manos a la obra a intentar que recobre el color pero nada. No funcionan ni los tintes de Farmatint que anuncia Carmen Sevilla en la tele, ni los rotuladores permanentes, ni siquiera los botes de pintura del Pryca.

Así que mi hijo debería pensar en buscarse otro trabajo, he pensado en imagen de Central Lechera Asturiana. Quedaría muy bien en las montañas junto a las "vaques asturianes". Lo que pasa es que Fluvi es muy de la tierra, y no quiere marcharse de aquí. Por eso confío en que encontremos una solución pronto por si hay que empezar a mandar currículums a las empresas.

martes, 15 de julio de 2008

¡¡¡Me pierrrrdenn las rubias!!!


Es cierto. No lo puedo evitar. Me gustan las rubias. Alemanas, españolas, holandesas, belgas...
Todas ellas me vuelven loco. Y para ser sincero también me van algunas morenas.
Hoy sobrevolaba la Expo cuando me he percatado de que algo nuevo bullía en la muestra. Me he acercado atraído por un dulce olor... Una rubia...

Tenía un nombre un poco raro "CAESARAUGUSTA"- sonaba a nombre de abuela- pero me ha dado igual... Allí estaba yo. Delante de ella, tan brillante y tan rica... Sí, sí. Supongo que está claro.
Era una cerveza.

Por un momento, me he imaginado junto a una rubia y esbelta joven que sonreía al escuchar mi ancento andaluz y acariciaba mis coloridas plumas mientras escuchaba mi legendaria salida en hombros de La Maestranza de Sevilla....

En fín, todo un sueño...
Eso sí, ¡Ole, ole y ole! La cerveza estaba muy rica.

lunes, 14 de julio de 2008

Unos kilos de más


Hoy he visto en los diarios que solo quedan 24 días para que comiencen las Olimpiadas de Pekín, y me ha entrado un poco de morriña. Aunque salí espantada del país el pasado 14 de junio, he recordado los bailes que me hacían aprender en el colegio junto a mis comapñeros de clase y me ha dado pena renegar así de mis raíces.
Así que me acerqué hasta el pabellón chino para ver qué podía encontrar allí de mi patria querida. Ayyy, qué pena me ha dado al ver que apenas había recuerdos de los que yo he vivido. Me ha gustado la báscula y me ha salido una cifra tan exhorbitante que he salido del pabellón por patas para empezar un régimen tan severo que me quedara en los huesos.
Cuando un empleado me ha visto haciendo flexiones en medio de la Avenida 2008, se ha acercado y me ha preguntado qué hacía allí tirada en medio de la Expo. "¡Adelgazar porque la báscula marcaba 20 kilos más de lo que pesaba en Pekín!". Pero si ese peso solo mide el agua del cuerpo, ¡no los kilos!
Este simpático señor me dejó más tranquila y así me dispuse a aumentar mi grasa corporal en algunos gramos o kilos dándome un homenaje en el restaurante del pabellón de Aragón, que me habían dicho que estaba muy bueno. Allí me deje unos buenos euricos, ¡pero mereció la pena! Y es que no hay mayor placer que una buena alimentación con un buen caldo aragonés, de esos que escasean por china.

domingo, 13 de julio de 2008

Internéee, gallegos y aviones

Vivir en la Expo tiene sus cosicas, como dirían ustedes. Como no me ponen Telefé ni Canal 7 en ningún sitio, pregunté a un voluntario dónde me podía conectar a internéee. Nadie me lo supo decir, así que tuve que acercarme a un cíber del Actur para leer los diarios argentinos, porque desde que me sometí a la operación que ligó irremediablemente mi destino de mascota al de Diego, parte de mi corazón mi pepita está con los argentinos.

Ya saben ustedes que allí tienen una presidencia K, no de Kellogg's, sino de Kirchner, y que la situación política está, por decirlo de alguna forma, "animada". Así que ya basta de escuchar maravillas de todos los países del mundo y todas las regiones de España en sus respectivos pabellones-mercadillo. Todos necesitamos nuestro bocado de realidad para sentirnos llenos (bueno, yo necesito muchos bocados de casi todo).

Con los calores, hay días que parezco la naranja vertiente, porque seré un cítrico, pero tengo glándulas sudoríparas igual que ustedes. Pues eso: que tenía calor, pero fue abrir las portadas de las páginas web y, de naranja sudada, me quedé en naranja helada. El caso es que nuestras aerolíneas están mal, mal. Es una larga historia y como ustedes los gallegos tuvieron algo que ver, mejor me callo.


Tengo billete para volver con Aerolíneas Argentinas el 15 de septiembre, y con la de 'manifas' que hay por la Pampa y alrededores, raro sería que no necesitaran animación. Pero si los aviones no vuelan, ya me dirán. Aquí lo tengo más difícil, porque los países participantes de la Expo no me quieren ver ni en pintura (aunque a algunos, mejor les iría conmigo...), y de cara al futuro, creo que una naranja con acento suave no es precisamente la mascota que el Real Zaragoza necesita para subir a Primera.

Seguro que me arreglo. Seré fruta, pero fruta con alma argentina, y eso es un plus. No sólo iban a triunfar aquí las vacas despiezadas y los creativos publicitarios, ¿no?

Foto: Manifestación de empleados de Aerolíneas Argentinas en 2001, cuando la compañía era de propiedad española (EFE)

viernes, 11 de julio de 2008

Pollo pasado por agua


¡Pero en qué momento dije que sí! Aquella mascota chinita me miraba con cara de pena y me pedía que la acompañara… ¡Cómo dejar pasar la oportunidad de abrazarla cuando fuera a caer o se asustase por un bamboleo de la barcaza! Era mi oportunidad de convertirme en héroe para una dulce mascotita…

Sin dudarlo, me lancé a la aventura del canal de aguas bravas del Parque Metropolitano del Agua. Iba a ser divertido.

Nada más llegar, me colocaron un casco, un chaleco y un mono que apretaba mis blancas plumas. Por su parte, “La China” reía y reía dando saltitos sin parar. A mí, la situación no me daba buena espina.

Nos metimos “en la barquita”, ¡já!, barquita… ¡Una pedazo de lancha enorme y roja donde cabíamos ocho personas por lo menos! Eah! Y al Curri que le ven pluma y deciden que vaya con todas las niñas en la barca… La cosa cada vez estaba más clara, no me iba a divertir nada.

Empujamos la barca al agua y montamos todos con las palas en la mano. El monitor – que, según mi compañera, “estaba muy lico”- nos explicó cómo evitar caernos al agua y sortear los rápidos. Uno de los movimientos me permitía abrazar a “La china” que se colocó junto a mí. ¡Qué bien!

Así, entre gritos y gritos de féminas nerviosas los lanzamos pendiente arriba para ganar el desnivel que nos colocaba en la cabecera del canal. Entonces comenzaron los nervios de verdad, tras rezar a la Marcarena todas las salves que conocía- hasta creo recordar que canté la Salve Rociera- nos lanzamos tumba abajo…

Olé, olé, saltos por aquí…
Olé, ole, olé… La China me arreó con el remo en la cara
Olé olé olé oooooleeee oooleeee… en uno de los saltos caí al agua con casco, remo, chaleco y con la China… cuya cara, de repente, cobró forma de flotador.

¡Qué día más malo! Pataleé, grité como una niña, tragué más agua que una ballena blanca y hasta iba a ahogar a la pobre China que se hartó de mí y me arreó un bofetón que ríete de los penitentes de Semana Santa. Después me gritó como una posesa y se largó dejándome en el agua y con la dignidad por los suelos.

Cuando me sacaron del canal medio inconsciente tuvieron que reanimarme los socorristas. ¡Y qué socorristas!... Bueno, no hay mal que por bien no venga. Quedaba todo el día por delante y el Pabellón del Caribe nos esperaba con sus mojitos y caipiriñas…

jueves, 10 de julio de 2008

Suplente


¡Tengo trabajo! Y se lo he dicho bien claro a mi marido: ahora que tengo trabajo, no voy a aguantar tonterías. Él me ha mirado con cara rara y luego ha dicho "muy bien, muy bien, está claro que sobro". ¡Qué pesado es!


El trabajo es de doble de Fluvi. Claro, nos parecemos tanto... y Fluvi está agotado porque todos quieren que esté de aquí para allá en la Expo y él solo es uno y casi toda la gente se queja de que no se ve a Fluvi por la Expo. Entonces me ha dicho "mamá, vente a trabajar conmigo y juegas con los niños y te haces fotos y te ganas un dinero". Primero, me tenían que hacer una prueba, así que fui a las oficinas de Expoagua para que me vieran. "Oh, con un poco de maquillaje aquí y una sonrisa un poco más grande, nadie diría que no es Fluvi", dijo una chica con gafas muy gorda. Otra que tenía menos dioptrías dijo que yo era muy vieja y que se iba a notar mucho y que los visitantes nos iban a poner verdes: "Solo saben hacer eso, quejarse de todo, del calor, de las filas, de Fluvi...". Pero me dieron el trabajo.


Empecé el jueves por la mañana, en la entrada del Ebro, esa de la pasarela del Pincho. Me puse allí en plan "yujuuuu, hola hola, tralarí, tralará" y movía los brazos y un niño pequeño se puso a llorar. Luego repartí caramelos y otro niño dijo que jamás en la vida iba a aceptar caramelos de un desconocido y que antes se tiraba al río. Luego me puse a bailar y un actor del Circo del Sol dijo que me apartara que tenía que pasar la cabeza de la serpiente. Total, que eran las doce y media y ya estaba muy harta. ¡Espero que me vaya mejor otro día!

miércoles, 9 de julio de 2008

¡El universo Letizia!

¡Loca me pogo cada vez que pienso en el día de hoy! ¡He visto a los Príncipes de Asturias!
Imprezionante.


De la muchedumbre que habita Expolandia surgía un rumor mañanero "que vienen, que vienen"¿Que viene quién? Yo, como cada mañana, me levanto y tomo un desayuno de tostada andaluza con aceite y sal, de esas que solo sirven en mi tierra, pero que ahora disfruto en Zaragoza porque he convencido a unos amigos de Fluvi que regentan un bar. Si no hay tostada de pan, nada de bollo, con tomatito y aceite... ¡no hay vida! (elé)

La cuestión es que como cada día de vacaciones el "Currito de Jeré", o sea yo, disfruto de las mañanas cerca de la Expo. Pero hoy me he decidido a entrar al recinto donde la gente se arremolinaba en corrillos y los visitantes lucían un aire gallardo, regio.... ¿qué pasaba? Una amable señora, me comentó que hoy no era un día normal, venían los Príncipes de Asturias y casi me caigo de culo y me chafo las plumas de la cola.


¡Letizia, viene Letizia! Con ese arte y ese poderío sobre los tacones, esos modelos sencillos y elegantes, ese salero contenido... he de reconocerlo (siempre he querido ser como ella). Felipe es majo y campechano, en Sevilla se lo pasó en grande cuando vino a la Expo, pero ella... Es una fuente de inspiración para un ave con tanta gracia como yo... -Esto que quede entre nosotros, porque los otros toreros de la profesión pensarían que tengo mucha pluma-.

Finalmente la ví de lejos. Bajaba del coche rodeada de "seguratas" , de blanco (que ilusión ha elegido el color de mis plumas para venir a Zaragoza) y me lanzé a saludarla, pero no pude... Una marea de codos, piernas, empujones... cámaras, móviles haciendo de cámara...imposible atravesar el muro. Entonces se me ocurrió la idea... Por qué no. ¡Curri, usa las alas que para eso las tienes y vuela hacia tu musa! Volé, volé y volé... la ví, me sonrió, me lanzó un beso y... un madleman 4x4 también me vió y me lanzó un puñetazo que me tiró al suelo de golpe y allí me quedé viendo como se alejaban, pero con la alegría de haber vivido uno de los momentos más emocionantes de mi vida.

¡Ole, ole y ole! La Expo de Saragossa eh una maravilla, eah!

martes, 8 de julio de 2008

Entre tequilas y baños


Con esto de los pases nocturnos hay que aprovechar el tiempo al máximo, ¡y vaya que si lo hago! Primero empecé con algo suavecito: Los mojitos del restaurante de México. Como son tan simpáticos y con ese acentillo tan gracioso, me lo paso pipa con ellos: "Mijita, vámonos por ahí a pasarlo reebien". Y así lo hicimos... De allí, a los pabellones del Caribe donde nos ofrecieron rico ron dominicano y bailamos un poco de reagetton al ritmo de "Pásame la botellaaaaaaa...".

Después de unos bailes lo que nos apeteció fue ir a la terraza del Acuario, porque mis amigos mexicanos tenían pase Vip, porque sino está bastante difícil la entrada. Una vez en la azotea, entendimos porque estaba tan solicitado este enclave: Allí arriba sopla el aire nocturno que refresca el caluroso ambiente de las noches expositivas. Así que disfrutando de la noche a la luz de las velas, y de la luna, comenzamos a hacer guerra de chupitos de tequila.

La cosa se desmadró y acabaron por echarnos de la terraza y por ponernos de patitas en la calle. Una vez a ras de suelo, y con el calor otra vez, nos metimos en el estanque de detrás del Acuario y montamos otro espectáculo. La gente que se arremolinaba al vernos dentro del agua, poco a poco se fue animando. Así que al final éramos cerca de cien personas chapoteando como niños al son de la canción de Amaral que anunciaba el cierre del recinto. Hasta que de repente vino la policía, pero como no podía detenernos a todos, nos obligaron a desalojar la zona. Y ya metidos en materia, no se nos ocurrió nada mejor que terminar la noche en el Ebro. ¡Menuda aventura!

lunes, 7 de julio de 2008

Mi marido tiene celos


¡Ay, qué bochorno pasé cuando mi marido, Fluvo, justo vino a la Expo y me pilló bebiendo sidra de pera en el Pabellón Puente, cantando esa saeta! Primero lloré, luego me reí, luego me mareé, luego le pregunté a mi marido qué hora era. ¡Un horror!


Fredo, el hombre sin cabeza, quiso presentarse pero Fluvo dijo que jamás había hablado con nadie sin cabeza y que hiciera el favor de ponerse un sombrero o algo. Fedro se fue cabizbajo... o todo lo cabizbajo que se puede ir un hombre sin cabeza.


"Marifluvi, a casa ahora mismo", dijo mi marido. Y paró un taxi y yo dije la dirección y nos costó todo 190 euros y mi marido casi se desmaya. "Pero qué cara es esta ciudad". No sabía que yo vivo en Huesca. Subimos como pudimos las escaleras y yo ya no me acuerdo de más.


Al día siguiente, Fluvo estaba en la cocina diciéndole a Anjelica, mi otra compañera de piso, que no enseñara los pechos tanto por ahí, que "si todos veían la mercancía nadie se querría casar con ella". Anjelica dijo "señorrrr usted que antigua no?" y se rió y le botaron las tetas y Fluvo se puso todo colorado y yo me tomé un café y me quedé callada, porque no tenía ganas de nada. Anjelica se fue luego y nos quedamos solos en la cocina.


"Marifluvi, cuál es el nombre de tu amante", me preguntó. "¿Qué amante?", contesté yo. "El que no tiene cabeza", dijo él. Y cada vez estaba más enfadado y yo no sabía que decir porque a Fredo solo lo había visto dos veces en la vida y eso de no tener cabeza siempre lo había visto un poco raro y me daba como repelús. Mi marido estaba todo enfadado y yo me enfadé un montón y me callé y no le dije que se equivocaba. ¡Qué se chinchara por aguafiestas!

domingo, 6 de julio de 2008

El mundo en un quiosco

Esteee... sigo con la resaca de la celebración futbolera, pero hoy soy una naranja contenta, a pesar de los sustos. No sólo por la sobredosis de pelota, que aún me dura. La Expo me recuerda a mi tierra, y no precisamente por los tangos ni el dulce de leche. Como contó alguna vez mi compatriota Hernán Casciari, en la Argentina tenemos un quiosco cada veintisiete metros, más o menos como en el meandro de Ranillas. No hay cosa que a uno le ponga más contento que sentirse como en casa.


En cuanto se me seca un poco la hoja de la cabeza, se me amarga el zumo o me sube la acidez, hago fila pacientemente y me tomo una cervecita en el quiosco. Eso, si consigo llegar a la barra, porque a veces hay unas señoras con unos gorros de papel en la cabeza -yo creo que necesitan ver a mi psicoanalista- que se quejan mucho y se cuelan al mismo tiempo, aprovechando que cada día soy más retaco (cosas de la edad y los vicios).

Para más señas, me he fijado en que, cuando reprendo a estas visitantes (nunca van solas; son animales gregarios), siempre me contestan empezando por la palabra "jomío": "Jomío, que estamos achicharradas", o "jomío, que nos ha entrau la sed". No sé qué quieren decir, pero me suena mal. ¡Serán ellas las "jomías"! ¡A Maranjito no le falta nadie al respeto! Pero bueno, cuando me tomo mi cervecita se me olvida, y eso que la etiqueta no empieza por "Quil" ni acaba por "mes". En vez de un melocotón con vino, soy una naranja a la cerveza.

Lo que ocurre es que sus quioscos no son como los nuestros, así que la sobredosis no se disipa del todo. En los quioscos de la Argentina uno encuentra cualquier cosa. Son como lo que aquí llaman "los chinos", que me parece mucho más confuso. Como dicen ustedes, los de la Expo "me alivian el reseco" y también el hambre, pero no solucionan todas las necesidades que le surgen a uno en semejante jungla. Les termino de contar.

Como el mercado futbolero de verano está de lo más aburrido y ya no puedo ir a visitar a las frutas del pabellón de Aragón, que duermen la mona durante el día y sólo salen a regarse un cuando cae el sol, no me queda otra que pasearme todo el día por el recinto, que es enooorme, como la Argentina. El otro día me atreví a subirme a las escaleras mecánicas, que son un gran invento para los cítricos con sobrepeso. Pero tuve tan mala suerte que sufrí un arañazo en la tripa. De no ser por mis reflejos, me habría quedado en ralladura de naranja. Si sus quioscos fueran de verdad, habría comprado allí las tiritas.

viernes, 4 de julio de 2008

¡Aguafiestas!


Justo ahora... justo cuando empezaba a disfrutar de la Expo y me iba de juerga con Fredo, el hombre sin cabeza, y con Anjelia, la pilingui... decide mi marido que quiere ver "qué es esa bobada de la Expo".


A mí no me gusta tener un marido cabezota y memo que se enfada porque su hijo prefiere ser mascota de una Expo en lugar de logotipo de una cadena de supermercados, la verdad. Pero pasado el primer disgusto y después de venir sola a Zaragoza... ya me había acostumbrado a tenerle lejos durante unas semanas. Hasta que el muy burro decide venir a verme y me pilla cantando la saeta asomada al Pabellón Puente bebiendo sidra de Pera.


"Fluviana, baja inmediatamente de ahí", se oyó a lo lejos. Y yo pensaba que todo era producto de la sidra y venga a reír y a reír y le digo a Fedro "¡qué bien imitas a mi marido!" y él me dice "yo no he sido, que no tengo boca" y yo venga a reír y se oye otra vez: "Fluviana, pareces una mamarracha y te va a detener la Policía" y yo dije: "Pero si ya me han detenido por ladrona" y entonces miré y vi que era Fluvio, mi marido, mirándome con cara de malas pulgas.


Justo bajaba del Pabellón Puente cuando llegó un grupo de niños y confundió a mi marido con Fluvi y gritaban "por fin hemos encontrado a Fluvi, llevábamos buscándolo ocho días y aquí estaba" y querían hacerse fotos y una niña con coleta le hizo cosquillas a mí marido y entonces él empezó a decir palabrotas y los niños y los padres se quedaron con la boca abierta. A mí se me pasó la risa y me bajé del Pabellón Puente. Miré a mi marido de pies a cabeza, tomé aire y solo dije una palabra:


"¡Aguafiestas!"

jueves, 3 de julio de 2008

Olé, ole y olé, la mejor cura para la resaca


Por fin he “podío” levantarme de la cama….
Tras varios días de resaca conseguí acercarme a la Expo y continuar mi ruta turística. ¡Es que no se puede beber tanto! Después de la final de España contra Alemania me bebí el Guadalquivir y acabé en el Ebro… Los paseantes que recorrían la pasarela de La Almozara pensaban que era un pato que había perdido el rumbo.

No puede ser, ni Jesulín en sus buenos tiempos se corrió una juerga más grande que “el Currito de Jeré” con la Eurocpa y para colmo me encontré con Maranjito. Total, un desfase. Me he levantado esta mañana y no sabía en qué día estaba. Pero, ¿hoy no era lunes?

¡Qué va!, me dijo una palomita que pasaba por ahí, es jueves y viene ¡Felipe! ¿Qué Felipe?, ¿el hermoso? Una lástima, era Philippe de Bélgica… yo pensaba que podría por fín sobrevolar al Príncipe de Asturias, pero lo dejaré para otra ocasión.

Así que tras la conmoción cerebral de la resaca me lancé a probar una nueva experiencia, el agua. Bueno, en la Expo del agua no debe ser raro encontrar este líquido elemento... Efectivamente, en el Meandro de Ranillas hay más agua que en el Mediterráneo. Visité muchos pabellones que contenían lagunas, lagos y cascadas y finalmente encontré mi lugar junto a un chiringuito viendo a unos jugar en una fuente laberíntica. Tanto verles saltar y correr me cansé y decidí visitar un edificio con una enorme cascada que, me dijeron, era el Acuario Fluvial.

¡Una maravilla! Al principio me agobié porque mi elemento es el aire, pero después descubrí el encanto de esos enormes tanques y esas selvas y bosques que decoran el interior... Cuando distraídamente me quedé embobado viendo unos peces una señora exclamó “¡Uf serpientes!”. ¡Nooooooooo qué horror!, en ese momento terminó mi viaje acuático me lancé a volar por la ventana más próxima y acabé en un chiringuito la mar de “salao” en la azotea del lugar… Allí aposenté mis coloridas plumas y decidí terminar con mi resaca a base de cervecitas ¡y olé!

miércoles, 2 de julio de 2008

Sequía


¡Vaya bochorno! Esta ciudad es difícil, difícil, con un clima complicado para quienes estamos siempre pendientes de nuestra imagen. Hoy he optado por un polo tenista de última generación, no muy bien entendido por los ajenos a los que asustan los grandes números y las letras y unos pantalones de hilo gordo, frescos, claro. Pero ¡qué saben ellos de moda! Lo distinguen bien los “gorilas” de las autoridades, siempre pendientes de que no se acerquen los curiosos demasiado a las personalidades. Los más fashion fueron los de Alberto de Mónaco, que enseguida se dan cuenta de quien es quien y dejan que su señorito salude con elegancia y se mezcle con el pueblo llano. Otra cosa son los que vienen con el ministro de jornada, como los que acompañaban a la ministra/miembra de Igualdad. Tan mona ella.


Pero, a lo que iba. Me voy al centro de prensa a fisgar y a ver si veo a algún figurón de la radio y la tele. Nada. Sequía total; solo hay currelas en camiseta, chancletas y bermudas. Bicicleteros y muy jóvenes ellos. Nada. Ni Ana Rosa, ni Francino, ni Carlos Herrera, ni siquiera Losantos; ni Matías, ni Piqueras que tan bien conoce esta ciudad de sus rondas hace años cuando andaba de novio de… (no, no lo soltaré).


Ya se han olvidado todos de este evento. Yo tan de sport-cassual para epatar y nada. Claro, como están ya a punto de las vacaciones no hay manera de arrastrarles hasta aquí. Menos mal que aún nos queda el heredero de Japón, aunque sin señora que sigue deprimida.
En esto que me da un sofocón y busco en la sala de prensa un surtidor de agua ¡Nada! Todo vacío. Ni siquiera botellines para estos sufridores. Nada, solo colacaos y refrescos y cafés de paganini. Es un despropósito que en esta Expo del agua no haya agua para los que trabajan. Pero, como todo llega, casi al mediodía aparecen los aguadores-expo y traen los botellones con el regocijo general y los aplausos irónicos del personal. Claro que les han tenido más de 24 horas secos…

martes, 1 de julio de 2008

Viajar por viajar


Hoy no me apetecía andar desde casa hasta la Expo y me he encontrado con un amable chico que iba subido en una especie de cochecito-bicicleta que me ha animado a cogerlo. En un principio creía que era gratis y me ha parecido fantástico. Luego, cuando hemos llegado a la Puerta del Ebro me ha dicho que tenía que pagarle, pero ha sido tan majo conmigo durante el recorrido y he visto la ciudad tan bien, que le he dado los 'euricos' encantada. Hay que ver lo simpáticos que son los mozos en esta ciudad. ¡Así da gusto!


Una vez en el recinto, me he pasado a ver las novedades de Ikea en el pabellón sueco para terminar de amueblar mi piso, pero no me han convencido, además parecían todos muy serios. Así que me he ido a dar una vuelta por Malasia, donde me he comprado unos pantalones de colores muy vistosos para el verano. No quiero pasar desapercibida y creo que he encontrado el arma perfecta. Además, he participado en el sorteo de un viaje. Ojalá me toque y así pueda seguir recorriendo mundo. Pero como de momento solo puedo verlo en la Expo, he seguido paseando por el recinto soñando con poder visitar todos estos sitios algún día...

 
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